Don
Marío y su familia viajaban hacia Nueva
Esparta luego de unas hermosas y divertidas vacaciones por el estado Bolívar. Poco después de las siete pasaron por las
trinchera, durante el camino las montañas
y las casas comenzaron a borrarse. El sol poco a poco dejaba de brillar, y se
iba esfumando.
De
súbito, Don Marío detuvo el automóvil al pasar las trincheras, y al
asomarse por el retrovisor del carro a lo lejos visualizóque se aproximaba una tempestad, el
clima de repente cambio, ¡dijo!,
el día estámuy denso, jamás vi algo tan espantoso. El volcán en la cima de la montaña haráerupción, llevándose consigo todo a su paso rápidamente aceleróla marcha y pronto, se detuvo en una de
las casas que se encontraba en la vía.
Se bajo precipitadamente y rogo para que le permitieran el teléfono para llamar a emergencia.
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Por favor, permítame el teléfono, es urgente que necesito llamar a
emergencia y a casa de la vecina para que busque a nuestro Mandril, y lo cubra
son su impermeable y su gáleo
para salvaguardar su vida y no se descalabre su cabeza.
Don
marío, le hablaba a sus acompañantes esto que esta ocurriendo no es más que un epirogénesis, son movimientos de tierra pero
si nos quedamos atrapados no moriremos y no podríamos partear después de lo acontecido. A pesar de la
angustia que le desfigura el rostro, sus facciones y porte son atrayentes.
_
Sus familiares le decían no te preocupes pronto saldremos de
aquí.
_
¿y cómo no me voy a preocupar si necesitamos
ayuda?
Durante
el recorrido y pese a lo que sucedía
todos atormentados y confundidos, todo estaba a oscuras y de pronto la gente
corría hasta las colinas en busca de ayuda y
de un lugar donde cubrirse, mientras pasaba el mal tiempo.
Al
amanecer todos bajaban de la cima de la montaña y daban Gracias. Susurróun
Buen día y prosiguieron su viaje….
Adriana López
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